Mi gusto es… (O la otra mirada)

Benito Juárez ¡presente!

Especial /    2024-03-23
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La cabeza de la nota era contundente:

“Meten al penal al presunto violador de Benito Juárez”.

Ignorantes que somos en torno a las ambigüedades semánticas, a la prosopopeya, a la sinécdoque, a la metonimia y esas vainas, dos tres miramos al cielo, y dimos gracias al altísimo por habernos concedido este milagro, no sin dejar de maldecir a todo los laicos historiadores que por los siglos de los siglos nos ocultaron ese hecho en el que mancillaron al benemérito, el prócer que, acá en la tierra, considerando casto y honesto, admirábamos con tanta devoción.

Nuestra justicia es lenta pero de que llega, llega, concluimos esperanzados y a cada uno de los que componen a este pueblo bueno y sabio nos vino a la mente, tantos caso en que desearíamos que, así como como por fin llegó esta gran noticia, no quedaran en el escambroso rincón de la impunidad ninguno.

Obvio que no lo dijimos en ese tono pero así se escucha más bonito.

Unos no pudieron decir nada porque les ganó el llanto.

Otros se persignaron y le prometieron a la Virgen de Guadalupe, caminar y llegar hincados al atrio de las Américas y darle una vuelta en subida y bajada al cerrito del Tepeyac.

Los más ni cuenta se dieron y el que trató de aclararles que don Benito Pablo nada tenía que ver con esto, de pronto metió reversa, considerando que ya todo era por demás.

“Es absurdo que la verdad genere tantos enemigos y las mentiras tantos seguidores”.

Ignoro si él mismo lo citó o fue otro pero su decisión iba en ese sentido, supongo, pues, en los actuales tiempos, como que eso de averiguar si nos están mintiendo o advertir que eso está pasando, es más riesgoso que cruzar la colonia Buenos Aires, a pie y en la noche, con un torzal visible al cuello, o andar por caminos vecinales de Ciudad Obregón o ir a pasar la semana santa a la Aguililla Michoacán.

Lo mejor, tal parece, es creer, así como un acto digno de fe y que nos bendiga dios.

En este país de icónicas transformaciones, hay tantos casos que todavía no reciben una clara respuesta de que fue lo que pasó o se duda si lo que nos dicen que pasó, realmente pasó.

¿Don Cristóbal Colón llegó hasta acá con fines conquistadores, andaba perdido tal como se amaneció y no sabía , frente al chofer de un Uber para dónde quedaba su casa o doña Filipa Moniz Perestrelo lo mandó a buscar canela a la tienda de la esquina y ya no supo cómo regresar.?

¿Don Miguelito Hidalgo, mi tocayo, y sus huestes, en realidad sí agendaron el primero de octubre de 1810 para levantarse en armas y fueron descubiertos por un infiltrado, que informó a las autoridades del virreinato de las actividades del grupo de Querétaro, lo cual hizo que se precipitaron las cosas o lleno de nervios porque todavía quedaban quince días, aquel se desesperó, trató de calmar sus ansias con un trago pero la mordió y ya en el punto de la madrugada hizo lo que hizo?

¿Juan Escutia sí se echó encima esa bandera y se aventó como saco de papas o le creemos a Villalpando a quien recomiendo leer sobre los niños héroes quienes quizá, permítanme arriesgarme, no eran tan niños ni tan héroes?

¿ Los héroes de la revolución que nos inculcaron en la escuela primaria si eran esos, los culpables de que llegáramos temprano año tras año en cada honor a la bandera, para honrarnos o son, de carne y hueso, los que ,a cien años de la revolucion/You say you want a revolution/ Well, you know/We all want to change the world/You tell me that it's evolution/ Well, you know/We all wanna change the world/ y cien y cien, es decir doscientos de la indepedencia, todo se vino a desmentir?

Por esto, sólo por estos ejemplos transformadores del México en que cristinapachecosamente nos tocó vivir, hay que estar al pendiente de que no nos vean la cara, así, como no queriendo la cosa, nos confundieron al salirnos con esa nota Juarista, para que no lo sigan haciendo más delante.

En el México contemporáneo pudiéramos citar estos expedientes que, en el ánimo popular, están sin resolver:



Cardenal Juan Posadas Ocampo 1993...

Luis Donaldo Colosio 1994...

José Francisco Ruiz Massieu 1994. ...

Manuel Muñoz Rocha 1994...

Abraham Polo Uscanga 1995. ...

Digna Ochoa 2001. ...

Bradley Will 2006. ...

Paulette Gebara Farah 2010.



No hay nota igual como la que cito arriba, pero sí hay suspicacias con respecto a los resultados que, a medias o en forma definitiva hubo. Por costumbre o por que la versión oficial es insostenible, ha quedado un mal sabor de boca, pero hasta ahí, un reclamo allá, un comentario o un maldición aquí pero no parece tener caso escavar en busca de la verdad porque eso no es una prioridad para la vida política ni para el diario acontecer de la vida pública. Más bien los satisface la conformidad y que nadie alce la mano para señalar que el rey va desnudo porque eso de abrirnos los ojos, como a quien le advierten que le están siendo infiel, molesta al destinatario y enfurece no en contra del infiel sino en contra de que quien se lo dijo y le puso en la pesa todas las evidencias con pelos y señales.

En esa nota periodística es más que claro que lo que parece no es y que don Benito ni fue acosado, hostigado ni perseguido por algún depredador sexual hasta alcanzarlo.

Es, como bien el experto en materia de lingüística, Luis Soto “una ambigüedad, pero es provocada por la figura llamada metonimia. Se refiere a la colonia Benito Juárez y, dado que corta la frase, entonces se refiere a la parte por el todo: Benito Juárez, por la Colonia Benito Juárez.

Sin embargo, ni aclararlo es bueno, no, porque quien quiete esté frente a nosotros un fanático de este prohombre y se nos eche encima, furibundo, nomás porque sí o porque se le trato de regresar a la realidad.

Los dejo porque estoy apurado, pero no sé si me expliqué, es como si desde un 23 de marzo de 1994 a la fecha, se siguiera con la duda si hubo solo un disparo o dos y cuál fue el que lo mató.

Qué más da.

Como si los enésimos descendientes de Colón o su señora o no sé quién, recibieran una misiva en la cual se les exige, tronante, que se nos pida disculpas y así.

Ay, Dios mío. Ay.

Qué más da.

Qué más quisiera uno que la verdad imperara por sobre todas las cosas pero si hay algunos que le apostamos a eso, existe un gran sector dispuesto a quedarse con lo primero que se le diga y ya.

Parafraseando a Mauleón, me estoy refiriendo a esa otra historia nacida de la investigación que desmiente a esa historia oficial, cargada de mitos no de datos pero hoy en día, creo que no sucederá no, no sucederá.

Es como decir: “la emisión de las ideas por la prensa debe ser tan libre como es libre en el hombre la facultad de pensar”.

Lo dijo Benito Juárez.

Pero que le hace, tampoco sucederá.



 

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