A propósito de presas, Nacozari también existe

Arturo Soto Munguía /    2025-10-29
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Aprovechando que en el gobierno del estado y en el federal andan muy alborotados con la idea de construir presas en Sonora, vecinos de Nacozari les hicieron una propuesta formal para retomar un proyecto técnica, financiera y medioambientalmente aprobado, pero que por razones que explico más adelante, fue suspendido.

 

Eduardo Encinas, ex alcalde de aquel municipio serrano se presentó en el Congreso del Estado para presentar un oficio enviado a la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo a fin de que retome la construcción de la presa Centenario, una obra que fue iniciada con recursos del extinto Fondo Minero por más de 77 millones de pesos.

 

Al extinguirse ese Fondo, las obras se suspendieron en 2018, pero desde antes cuenta con la Manifestación de Impacto Ambiental, la anuencia de la Comisión Nacional del Agua, el proyecto ejecutivo y un 50% de obra civil ejecutada.

 

Acompañado de Natalia Rivera, dirigente estatal de Movimiento Ciudadano y el diputado Manuel Scott, así como vecinos de aquella población minera, el ex presidente municipal explicó que actualmente el municipio no tiene recursos para continuar la obra, que aseguraría un embalse suficiente para cubrir las necesidades de los más de 11 mil habitantes de Nacozari de García.

 

Esta obra se planteó al gobernador Eduardo Bours Castelo en el año 2003, pero no atendió la solicitud y en cambio solo construyó un acueducto; en la siguiente administración estatal, la de Guillermo Padrés el proyecto fue replanteado, comprometiéndose el mandatario a su construcción, pero solo se elaboró el proyecto ejecutivo y se determinó el lugar donde se llevaría a cabo; fue entre 2012 y 2015 que la obra se licita y se inician los trabajos de construcción, mismos que fueron suspendidos porque al gobierno del estado “se le olvidó” gestionar el permiso de construcción que otorga la CNA.

 

(Aquí no faltará la memoriosa lectora, el hídrico lector que suelten una risita sardónica recordando que Padrés se construyó para su propio usufructo, una ilegal presa con la que pretendía cubrir las necesidades de su extenso rancho -decenas de hectáreas de nogal incluidas- sin contar con permiso alguno. Cuando fue ‘cachado’ en la maroma decidió dinamitar la cortina de esa presa).

 

Entre 2015 y 2018 se logra obtener el permiso para continuar la presa Centenario, pero la empresa ganadora de la licitación reclamó millonarios pagos por ‘tiempos muertos’, yéndose a un litigio que aún mantiene suspendidos los trabajos.

 

Fue Claudia Pavlovich quien destinó 80 mdp del Fondo Minero para continuar la obra, pero en lo que se transitaba por los vericuetos burocráticos de la construcción, llegó López Obrador y canceló el Fondo, así que desde entonces la obra está cancelada.

 

Hoy, el presupuesto estimado para la culminación de esta obra ubicada sobre el arroyo Nacozari es de unos 130 millones de pesos. Pelillos a la mar si se considera que el polémico Plan Hídrico que tanta polémica está generando en los pobladores de las márgenes del Río Sonora tiene un presupuesto superior a los 7 mil 500 mdp.

 

El oficio enviado a la presidenta de la República lleva copia para el gobernador Alfonso Durazo.

 

II

 

Quizás el primer mandatario tome nota de este tema, conocida que es su vocación municipalista, que por cierto refrendó ayer en una gira por Navojoa en la que entregó apoyos a productores agropecuarios, que hace apenas unas semanas vieron cristalizar inversiones históricas para modernizar y tecnificar los Distritos de Riego del Yaqui y del Mayo.

 

Ayer, mientras en otras partes del país -desde Baja California hasta Michoacán y otros estados- se reportaba una situación caótica por bloqueos carreteros de productores agrícolas protestando por la falta de estímulos -y por lo tanto de competitividad frente a sus homólogos de Norteamérica- Alfonso Durazo estuvo en la Perla del Mayo desdoblando el Programa Emergente de Apoyo a Productores de Trigo Cristalino para mitigar los costos de producción y garantizar la viabilidad de este cultivo sin el cual estarían en serio riesgo de extinción industrias alimentarias como las del pan y la tortilla, indispensables en la dieta básica de los mexicanos.

 

Si maíz no hay país, suele decirse. Pero sin trigo, el espinazo se pega al ombligo, que sería una forma de ilustrar la distopía sonorense de una sociedad que un día se levante sin tortillas sobaqueras, sin un burro percherón o un birote con frijoles y queso.

 

25 mil 321 hectáreas de trigo cristalino fueron sembradas en el ciclo agrícola 2024-25 y ciertamente son pocas para los estándares del otrora llamado ‘Granero de México’, hoy asolado por la sequía que, afortunadamente se ha mitigado con las recientes lluvias, pero los 35 millones de pesos que dispersó ayer el gobernador entre productores del Mayo son un aliciente para mantener la actividad, cuyo repunte es inminente considerando la benditas lluvias que recuperaron los embalses en las presas, sobre todo en aquella región del sur.

 

El gobernador estuvo acompañado del alcalde de Navojoa, Jorge Elías Retes, siempre presente en los mejores eventos, por ejemplo en los de ayer, cuando también se entregaron 4 mil 600 estímulos económicos a estudiantes universitarios con una inversión cercana a los 27 millones de pesos como parte del programa Becas Sonora de Oportunidades, que en 2026 contará con un presupuesto de ¡mil millones de pesos!

 

Y para cerrar la gira, el gobernador inauguró la Unidad de Especialidades en Neurodesarrollo, un modelo único en el país para detectar retrasos o dificultades en el desarrollo neurológico infantil, donde además se ofrecen terapias personalizadas en áreas de comunicación, motricidad, comportamiento y aprendizaje, temas de los que está muy pendiente la presidenta del DIF Navojoa, Luz Argel Gaxiola Vega que, a no dudarlo, debe subir al podio donde se comparte el éxito de las cosas buenas que están sucediendo en la Perla del Mayo.

 

III

 

Y si de atención a las familias hablamos, imposible pasar por alto el exitazo que representa reunir a más de mil 400 personas para participar del Tercer Congreso de la Familia convocado por el Ayuntamiento de Hermosillo, que preside Antonio Astiazarán, pero que carecería de sentido si no estuviera apuntalado en el trabajo que desarrolla su señora esposa, Patricia Ruibal como presidenta del DIF capitalino.

Los reportes indican que no cabía un alfiler en los eventos donde hubo conferencistas de talla internacional sobre cuyas narrativas volveremos en posteriores despachos porque abundar sobre ellos sería meternos en el impredecible terreno de las emociones, la resiliencia y los cambios inesperados de la vida, asuntos que tienen que ver más con la cotidianidad individual que con la fenomenología política. Pero de que hay materia, hay materia.

 

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